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Feb 11 |
[TOP 10] Las peores secuelas de sagas de terror (1)Y, manteniéndose al margen de los Oscar, como siempre, la cartelera comercial sigue dando sus frutos de gran innovación, enormes actuaciones y, quizá –solo quizá- un pequeño deje repetitivo. Para romper con todo y llevarnos a otro extremo del Nirvana cinematográfico (punto para quien se haya imaginado a Kurt Cobain suicidándose con una cámara de cine), este fin de semana se estrenará una de las películas más arriesgadas del año, un canto a los creadores y a los artesanos que luchan día a día por realizar nuevas películas llenas de creatividad y amor por el cine. Por supuesto, estamos hablando del remake de Viernes 13 que ha dirigido Marcus Nispel, el tipo que realizó el remake de La matanza de Texas 2004, el de Pathfinder, el de Frankenstein para televisión y al que parece que le da urticaria acercarse a un guión con una línea no escrita antes. ¡Agh, originalidad! ¡No ingresos asegurados en taquilla! ¡Fuera de mí, Satanás! La película, a caballo entre la primera y la tercera parte de Viernes 13 (ya saben, aquella en la que Jason encontró una careta de hockey y siguió con su rollo “aquí te pillo aquí te mato” con ella puesta, lo que marcó el resto de la saga y creó un mito del terror) tiene pinta de recaudar bastante más que cualquiera de las películas anteriores (y no me extraña: ¿Alguien vio Jason X? ¿En serio? ¿Jason meets Predator? ¿Qué necesidad había?) y nos trae a colación un tema que parecía olvidado en los años 80, entre los calentadores y los discos de Mecano: Las malas secuelas de las películas de terror. De todos es sabido que, tiempo ha, si una película con un bicho asesino recaudaba más del doble de lo que costó en taquilla, tendría como mínimo una segunda parte. Y si esta aun daba beneficios, una tercera. Y una cuarta. Y así ad finitum. De esta manera pudimos disfrutar (o todo el disfrute que se puede sacar de un vómito cinematográfico) de las secuelas de la ya pasmosamente risible Critters, de un Freddy Krueger casi inexistente en Pesadilla en Elm Street 2 o de la famosa Halloween 3, en la que todos esperábamos la aparición de Michael Myers y en su lugar nos encontramos con una historieta tan atípica como descorazonadora, creando la única ley válida en las secuelas: Queremos ver lo que sabemos que vamos a ver. Si Halloween 3 se llamara, simplemente, El día de la bruja, quizá hoy fuera recordada como uno de los grandes clásicos del terror, pero el resto del mundo quería ver a Myers cortando cabezas, arrasando adolescentes y resucitando sin piedad. Las secuelas de las películas de terror son malas, pero al fin y al cabo es lo que estamos deseando ver. Hoy, en nuestro top 10, las películas que excedieron esta regla. Los filmes que realmente no quisimos nunca ver. Con ustedes, las peores diez secuelas de películas de terror. Y sí, nos hemos dejado fuera bodrios como Battle royale 2 por motivos obvios: Por muy mala que fuera, pocas cosas llegan al nivel de patetismo de las cintas que hoy os presentamos. Tragad saliva. Adelante. Dos slogans, poster hecho en Paint y protagonistas mirando al espectador: Si alguien se esperaba algo bueno, es para hacérselo mirar. 10-Aun sé lo que hicisteis el último verano: A finales de los años 90, la aparición de Scream hizo que las productoras se frotaran las manos con el mal llamado “nuevo terror juvenil” (más que nada porque ni era nuevo, ni era terror, y juvenil podría ser cambiado por “descabezado”). Películas como Jeepers creepers, Leyenda urbana o The faculty llenaron las salas de cine con jóvenes dispuestos a ver cuchillos ensangrentados, algo de hemoglobina y, de vez en cuando, alguna tripa que otra, siempre que no dañe mucho al joven en cuestión. No vaya a ser que se vuelva tarumba y asesine a sus amigotes. De entre este buen montón de mediocridades con otras tantas secuelas aprobadas por los pelos una película destacó por lo revival de su relato y su narrativa ochentera: Sé lo que hicisteis el último verano. En el primer filme, el asesino del garfio perseguía a un grupo variopinto de estrellas de las que no se ha vuelto a oir hablar (Sarah Michelle Gellar aparte. Sí, hombre, Buffy cazavampiros), de las que solo sobrevivieron Jennifer Love Hewitt (cuya carrera ha sido un éxito entre Garfield, El esmoquin y Garfield 2) y Freddie Prinze Jr (que después de Scooby doo y su secuela ha firmado un trato con el diablo para no volver a hacer nunca más el ridículo…o no salir en el cine nunca más, lo que salga mejor). Su segunda parte se abre de una manera tan absurda como descerebrada: El grupo de amigotes está arrejuntado en la sala cuando de pronto un concurso telefónico les anuncia que están a punto de ganar un viaje a las Bahamas si contestan correctamente a la pregunta “¿Cual es la capital de Brasil?”. La muchacha contesta alegremente que es Río de Janeiro y, pese a todo, ganan el viaje. Uy, algo raro está pasando aquí. Para empezar, que las clases de geografía no se les debieron quedar demasiado bien. Total, que el asesino empieza a cargárselos uno a uno de las maneras más insospechadas (destacando el asesinato en la máquina de rayos UVA. Con lo fácil que es usar un cuchillo jamonero, oye) para terminar revelando su identidad, y, atención, que la capital de Brasil es… ¡Brasilia! ¡Hostias, tú! ¡Qué sorpresón! La clave de esta película está clara: No unirse contra el tío que no tiene más armas que un gancho a pegarle de hostias con nuestras escopetas, sino ir cada uno por nuestro lado a dejar que nos asesine. Por supuesto, al final los muchachos matan al temible hombre del garfio (que ni tiene cuchillo, ni escopeta, ni nada: UN PUTO GARFIO, y ni contra eso pueden), comprueban que está muerto, salen de la isla y, en el último minuto, se descubre que el pesao en cuestión aun sigue vivo. En la tercera parte, que gracias a dios no he visto, el asesino vuelve a ser el tipo de la primera parte, que sin motivo alguno vuelve a ser sobrenatural y a asesinar a un nuevo grupo de jóvenes que repiten constantemente las mismas frases que en las dos películas anteriores. Por lo menos, seguro que saben más geografía. Un mono sabría más geografía. Y sabría hacer un mejor guión que el de esta, nuestra décima entrada en el top. Eh, Chucky, pones demasiado ketchup en las patatas. Que se te cae del labio, hombre. Qué mala imagen de psychokiller. 9-Muñeco diabólico 3: Parecía imposible, pero lo estaban consiguiendo. Al fin una saga en que la secuela era abiertamente mejor que la película original. Chucky merecía la muerte digna que recibía en la segunda parte (asesinado justo en el mismo lugar donde “nació”), y el carpetazo a la posible saga. Por supuesto, los productores no pensaron igual y decidieron que era una gran idea traer a Chucky una tercera vez al mundo de los vivos para enseñarnos lo malas que podían ser sus películas. En esta ocasión, después de que su cabeza explotara, el dueño de la fábrica de juguetes decide volver a crear una nueva remesa de Good Guys, creyendo que ya no tendrá mala publicidad (uno de sus muñecos ha asesinado a veinte personas inocentes en los últimos ocho años. Me da a mi que una publicidad como esa no se olvida. Es como vender peluches de Bin Laden y esperar que la gente los compre y se haya olvidado del incidente tonto con las torres esas). Por supuesto, se equivoca y Chucky vuelve a ir por ahí asesinando jovencitos, esta vez en plena academia militar. Asesinatos sin demasiado carisma (Chucky peluquero) y un final con menos fuerza que Woody Allen en sus tiempos flojos hicieron que Muñeco diabólico 3 fuera, durante mucho tiempo, el final de la saga. Como no hay mal que por bien no venga, La novia de Chucky se estrenó poco después, manteniéndose aun ahora como la mejor película de Muñeco diabólico. La semilla de Chucky, por su parte, está al nivel de esta tercera parte. Broza absoluta. “Ay, chica, me compré mi nueva motosierra en H&M”: Por qué Caracuero nunca debería ser una mujer 8-La matanza de Texas: La nueva generación: Estoy prácticamente seguro de que Tobe Hooper no sabía exactamente lo que estaba haciendo cuando realizó la primera aventura de Caracuero y su simpática familia tejana. Si hubiera sabido que veinte años después de su película un tipo llamado Kim Henkel iba a coger su trama, su ambiente, su universo y su mito y a comérselo para después regurgitarlo, volver a comerlo y ofrecer el resultado de su estreñimiento al público, probablemente se hubiera dedicado a hacer encaje de bolillos o algo más satisfactorio. La matanza de Texas: La nueva generación fue el debut en la pantalla de Renèe Zellweger y de Matthew McConaughey, que deben recordar su actuación tanto como George Clooney la suya en El regreso de los tomates asesinos. Esta curiosidad no salva un filme en el que un grupo de estudiantes en pleno baile de fin de curso –esa cosa que tanto se lleva en EEUU y que aquí cambiamos por botellón y sexo en el asiento de atrás de un Seat panda- se pierden sin saber muy bien cómo en un bosque y acaban metidos en la pesadilla de la familia tejana. Por supuesto, la chica virgen sobrevive y la parejita que se pasa el día fornicando sin parar muere salvajemente por pervertidos. Tópicos del género, ya se sabe. Nada de esto sería especialmente hiriente si no fuera porque Caracuero, el temible psicópata de las primeras entregas, ahora pega chillidos de cerdo asesinado, lleva un vestido de mujer… y tiene los labios pintados. Oh, sí. Caracuero ahora es una mujer. O un transexual. Toma bofetada en la cara de los fans de la saga, de esas que pican durante minutos después de dártela. El problema es que la bofetada dura durante hora y media en la que La matanza de Texas queda reducida a su mínima expresión: Unos adolescentes que son asesinados pero cuya sangre no se ve, cuya cruel muerte es anestesiada por un director políticamente correcto. Que encima, tú, es lo que nos faltaba en La matanza de Texas. Lo mejor de la película es el poster. Y mira que es malo el jodido. 7-Viernes 13, parte IX, el final: Jason se va al infierno: Pero no, no es el final. Como tampoco lo fue la cuarta parte, “Capítulo final”. Como tampoco lo será la parte decimoquinta, “Aquí se acaba todo de verdad de la buena”. En el fondo tampoco nos podemos quejar: Todos los que la vimos supimos desde el primer instante que distaba muchísimo de ser el final de la saga. No hay narices de acabar con Jason tan fácilmente. Bien, esta es la cosa: Jason ha vuelto. No se sabe muy bien como ni por qué (¡quién quiere explicaciones! ¡En la una parte le enterraron y en la siguiente resucitó gracias a un rayo certero!), pero ha vuelto. Y no tiene nada mejor que hacer que seguir persiguiendo jovencitas por Crystal Lake, claro. Acabáramos. De hecho, el filme se abre con Jason corriendo tras la adolescente de treinta años de turno, que, como la mayoría de adolescentes de Internet, es un agente encubierto del FBI. Jason cae en una redada, le disparan mil millones de veces y, sin motivo alguno, explota. Vale. Jason ha muerto, lorelei lorelei, y solo llevamos cinco minutos de película. El director, que en ese momento debió frotarse las manos y decir “¡Ya está! ¡Ya he matado a Jason!” se llevó la sorpresa de tener que filmar 85 minutos extra, por lo que se ve que tuvo que improvisar. Así que el cuerpo de Jason –o lo que queda de él- llega a un depósito de cadáveres, donde el empleado se ve que tiene hambre y se zampa el corazón de Jason. Sí, como suena. A partir de ese momento, un montón de gente se convierte en Jason y asesina personas sin ton ni son (atención especial al ESPECTACULAR plano en que a unos adolescente les cae un cubo de sangre haciéndose pasar por una herida en el brazo) hasta que, cerca del final, Jason vuelve de verdad –esto es, con su máscara y todo- solo para ser asesinado una vez más por los adolescentes. Efectivamente, esto confirma a Jason como uno de los asesinos más inútiles del planeta Tierra. En el epílogo, la máscara descansa sobre un campo, un perro va a olerla y, de pronto, la garra de Freddy sale del subsuelo y se lleva la máscara de Jason al infierno, como prometía el título. Gracias por el spoiler, por cierto. Supongo que el autor debió estar muy orgulloso de destripar el final a la humanidad. ¿Resultado? Una de las películas más cutres, peor diseñadas y con los asesinatos más horrorosamente mal llevados a cabo de la historia del cine. Desde la explosión de Jason el filme es un despropósito de principio a fin, lo que no quita para que, a mis tiernos 15 años, viera la última escena una y otra vez. Curiosamente, luego solo he visto Freddy versus Jason en el cine. Y me pareció buenísima, por cierto. Jamie Lee Curtis dura diez minutos. Sin duda, se merecía estar como protagonista absoluta del poster. 6-Halloween resurrection: La saga de Halloween estaba muerta y enterrada junto a la máscara de Michael Myers. ¡Gloria y parabienes varios! Después de las terribles entregas 5 y 6, Halloween H20 nació con el único motivo (plausible) de dar un final definitivo a la saga, con Myers decapitado por Jamie Lee Curtis. Vale, la película no era la gran cosa pero por lo menos terminaba de una vez por todas con el asesino enmascarado. O eso pensábamos hasta que Rick Rosenthal, director de televisión y al que nos volveremos a encontrar en esta lista más adelante (pero, todo sea dicho, también autor de la genial ¡Sanguinario!: Halloween 2), decidió que la gran idea definitiva era hacer como que Myers no había muerto. Y, ya puestos, mezclarlo con Gran hermano, que la cosa vende mucho. Así, un grupo de estudiantes adolescentes -¡cómo no!- se juntan en la casa donde nació Michael Myers y empiezan a vivir toda una aventura cuando uno a uno son asesinados por el propio Michael. Y la primera de todas, Lee Curtis, asesinada finalmente a manos de su hermano porque, no os lo perdais, el Michael Myers que decapitó en H20 era un policía al que Myers disfrazó como él para poder escapar. Oh, Mike, eres un mago del disfraz y el choteo. Total, que una vez que Myers acaba con su hermana sigue cargándose adolescentes así porque sí (¿qué motivos puede tener después de esto?), que ni llaman a la policía ni hacen otra cosa que no sea ver su propio reality. Al final, cuando te descubres aplaudiendo los asesinatos de Myers y deseando que el guionista y el director sean los próximos, descubres que quizá la película, definitivamente, no sea buena. Pero nada buena. El final, tan ridículo como siempre. Por supuesto, Hollywood ya está preparando Halloween IX. ¡Si es que lo bueno, con ocho secuelas a sus espaldas, ocho veces bueno! ¡Y mañana, seguimos con las nominaciones! ¡La semana que viene, el top 5! ¡Hagan sus apuestas, amigos, aunque el top 1 esté clarísimo! (eh, he dado pistas) 12 Responses to “[TOP 10] Las peores secuelas de sagas de terror (1)”Escribe un comentario |
¿EIN?
¿Vale, cuál es la primera?¿Esa que mencionabas en el furibundo espectador? ¿O esa horrible del otro día?¿Resucitará Kurt Cobain con una máscara de hockey?¡Quiero respuestas!
Por cierto, vaya basuras que has llegado a tragarte. La comida de perro debió haberte resultado una delicia después de ver eso… Es admirable.
Com siempre felicidades por el artículo.
Adoro el cartel de la Matanza de Texas: la nueva generación, además de todos los carteles de películas que tienen dos slogans, es bien sabido que les da +5 a la mediocridad. No he visto ninguna de las mencionadas pero me he reído mucho con el artículo.
¿No será la primera “La matanza de Texas 2004”? Aunque a mí me moló, todo sea dicho.
Bueh, puedo esperar al Topfaif restante.
Pues a mí The Faculty me gustó. No es como para decir que es un peliculón pero te diviertes un rato. Y si Aún sé lo que hicisteis el último verano es mala es porque Sé lo que hicisteis el último verano también es mala con avaricia.
Aún no entiendo cómo de pequeño me daba MIEDO (así, con mayúsculas) Chucky. Supongo que por lo feo que era el joío y que, seamos sinceros, si un muñeco feo de cojones te va a matar, tú también te cagarías en los pantalones si fueras un crío.
Pero luego ves que la primera no está mal, que la segunda está más entretenida y tiene sus puntazos, que la tercera es mierda infecta… y no he visto las demás, lo siento. Sólo vi imágenes sueltas de La Novia de Chucky y pensé “vale, por si Muñeco Diabólico no podía tocar más fondo”.
Y el resto de secuelas… ¡argh! Las de Viernes 13 mejor ni mentarlas, y Halloween igual. Y las de “Sé lo que hiciste…” ya son malas de por sí, al menos en mi opinión. 😛
Nunca me han gusto las películas de terror, lo cierto es que Jeepers Creepers 2 y Freddy vs Jason he visto y punto, pero me viene bien la lista, si son malas me harán reír más que cagarme y así mis amiogas no se quejan porque no vemos películas “de terror”
Ah, y al primer vistazo, pensé que Lee Curtis era otro adolescente feo xD
Mmmmm… La nambergüan debe ser… Critters 3 con DiCaprio, no espera Jeepers Creepers 2 tambien era muy mala, Joy Ride 2? no, pesadilla en Elm Street 7, o los chicos del maiz (cualquiera a partir de la primera) Lo siento no puedo decidirme.
Ay dios, es verdad, “Battle royale 2″… pues la verdad es que me parece peor que cualquiera de las que listas!
Tengo ganas de ver el resto, Randy. Sólo por ver a cuál colocas como la primera de la lista ya estoy ansioso. XD
Espero que la primera sea Jai Escúl Musical 😛
La nueva generación de La Matanza de Texas, ¿En plan Salvados Por la Campana o qué? Es como si sacaran una segunda parte de American Psycho protagonizada por…una…chica jovennn… cierto, lo hicieron.
La de la Matanza la vi cuando tenía 12 años y pensaba que era la original. Me decepcionó. Creo que la he visto unas tres veces y siempre me ha parecido un horror. Señores, no engañaron ni a una niña de 12 años.